14. Verano en Oxford
Es lunes y sale el avión. Me llevo varias lecturas atrasadas (2 libros, pero uno es de relatos variados), el móvil y bateria, ropa y calzado de entretiempo abrigado (soy friolera y prefiero prevenir), cremas y chicles. He pedido a Isa que cuide de mi mascota. No me fío mucho pero como la iré llamando. Llego. Espectacular. Muchas gente, pero tengo mis rutas. Me llevan al hotel. Hostal, pero para el caso, va bien. Tiene una mini cocina, que usaré la siguiente. Se presienten días de sol. Y sí, lo son. En mi primera semana visitamos la Universidad, donde estamos un día completo. En los siguientes, la Iglesia, Puente, la ciudad y, en días libres, aprovecho para ver algunos pueblos cercanos, comiendo de supermercado, y viajando como cuando era más joven, con mochila, deportivas y, casi casi, de incógnito. Siempre con el móvil cargado, haciendo fotos, y por sitios donde hay gente, volviendo pronto al hostal y disfrutando de algunas noches paseando bajo la luna tras la cena y antes...